El secreto de nuestras almendras caramelizadas comienza en el origen: proceden de la región del Valle del Duero, famosa por su Denominación de Origen Protegida (DOP), que asegura la autenticidad y calidad superior de esta fruta. Después de tostarse en el horno, cada almendra se carameliza individualmente con paciencia y dedicación. En lugar de azúcar normal, utilizamos azúcar de malta, un sustituto natural menos dulce y menos calórico y el resultado, tomado literalmente, ¡es brillante!
Pruébalos como snack, acompañando un licor, té o café.
"¡Y las ardillas no lo saben!"
Nota del productor: Elegir este azúcar hace que estas almendras sean una opción más saludable, especialmente para quienes buscan un estilo de vida más saludable o necesitan controlar sus niveles de azúcar en sangre, como es el caso de los pacientes diabéticos.